Desde su creación, EDPR ha adoptado una estrategia centrada en el crecimiento selectivo, invirtiendo en proyectos de calidad con futuros flujos de caja predecibles, y una ejecución impecable, avalada por competencias estratégicas que aportan una rentabilidad superior; todo ello en el marco de un prestigioso modelo de autofinanciación propio que ha sido diseñado para acelerar la creación de valor. Gracias a la implantación de esta estrategia, que es lo suficientemente flexible como para adaptarse a los cambios en el plano económico y empresarial, EDPR sigue siendo, a día de hoy, una de las principales empresas del sector de las energías renovables.

Crecimiento selectivo

Con una capacidad instalada de 11.4 GW en 14 mercados, el crecimiento selectivo es el criterio fundamental para el proceso de selección de inversiones de EDPR, pues vela por que los proyectos una vez construidos, encajen perfectamente con el perfil de bajo riesgo de la empresa. Esto se consigue mediante PPAs a largo plazo o con contratos a largo plazo adjudicados en marcos regulatorios estables o mediante un factor de carga superior a la media de la cartera de EDPR.

De esta forma, EDPR puede definir su futuro por adelantado y tener una perspectiva sólida del flujo de caja estable de los proyectos.

Para el periodo 2019-22 EDPR planea añadir 7 GW de nueva capacidad, de los cuales se han asegurado ya 5,2 GW que serán instalados hasta 2022.

La diversificación geográfica y tecnológica de EDPR se apoyará en el crecimiento de la energía eólica onshore, offshore y solar, así como en la introducción en nuevos mercados.

Modelo de autofinanciación

Para el periodo 2019-22, el objetivo de inversión de EDPR es de más de 8.000 millones de euros, una inversión apoyada por un modelo de autofinanciación que sustituye a la estrategia financiera inicial dependiente de la deuda corporativa de EDP -el mayor accionista de EDPR-, gracias a la cual la empresa puede crear valor a la vez que recicla su capital. En las empresas que exigen mucho capital, como las de las energías renovables, es fundamental poder conocer la capacidad de la empresa para obtener fondos que permitan adicionar nuevos proyectos de valor añadido cuando un proyecto está aún en las etapas finales de desarrollo. Con esta mentalidad es de suma importancia asegurarse de que el flujo de caja retenido generado por los activos ya instalados se maximice, ya que esta es la principal fuente de fondos para el crecimiento de la empresa.

El modelo se basa en una combinación de los flujos de caja procedentes de activos operativos, las estructuras de equidad fiscal de Estados Unidos y la estrategia de EDPR de venta de participaciones en proyectos operativos o en construcción.

La financiación externa de EDPR proviene normalmente de estructuras de equidad fiscal en Estados Unidos, de estructuras de financiación de proyectos, o incluso de proyectos en divisas distintas del euro. Los proyectos con una estructura de equidad fiscal en Estados Unidos permiten aprovechar eficazmente los beneficios de los proyectos. Por otro lado, en el caso de los proyectos financiados, principalmente en Brasil, se recurre a contratos de deuda a largo plazo en moneda local a un coste competitivo con el fin de mitigar el riesgo de refinanciación y conseguir una protección natural entre ingresos y gastos para reducir el riesgo cambiario.

Hasta 2017, estas transacciones se apoyaban en un modelo conocido como rotación de activos, que suponía la venta de participaciones minoritarias de los proyectos, pero manteniendo pleno control sobre la gestión de los mismos. En 2018, EDPR realizó su primera transacción de sell down. Esta estrategia supone la venta de participaciones mayoritarias de los proyectos operativos o en las últimas fases de construcción, lo que permite a EDPR explotar su propio potencial de crecimiento y acelerarlo.

En 2019, EDPR anunció que había ya conseguido 1.200 de los más de 4.000 millones de euros previstos para 2022, lo que representa el 33% de dicho objetivo.

Excelencia operativa

Una de las prioridades clave de EDPR es optimizar el rendimiento durante el ciclo de vida de los proyectos. EDPR cuenta con personal dedicado exclusivamente al análisis de recursos eólicos, además de una gran experiencia que se rige por sus propios modelos internos para obtener resultados operativos por encima de la media mercado, lo que resulta en una capacidad neta prémium y en altos niveles de disponibilidad.

EDPR prioriza la consecución de resultados de explotación de alta eficiencia, algo que, junto a su estrategia integral de explotación y gestión, es fundamental para controlar los costes y conseguir resultados financieros de calidad.

1. Iniciación: en la primera etapa de la cadena, EDPR realiza una identificación del emplazamiento, seguido de un proceso de consecución de todas las garantías y permisos requeridos para el mismo. Los contratos de transmisión, interconexión y compraventa a largo plazo son la última parte de esta fase de iniciación.

2. Ejecución: la fase de ejecución implica la optimización del diseño a partir de un modelo propio, la implementación de la estrategia de adquisiciones distintiva de la empresa, y las labores de ingeniería que lleva a cabo el personal de EDPR, que ponen de manifiesto los conocimientos adquiridos gracias a una larga experiencia en el sector. 

3. Operaciones: una vez puesto en marcha el proyecto, su explotación es fundamental para poder seguir creando valor, lo que implica la mejora del rendimiento de los parques eólicos y la maximización de los ingresos por ventas, así como la implementación de una estrategia integral de explotación y gestión definida por la internalización de estas actividades, tal y como EDPR ha estado haciendo durante los últimos años.

Para apoyar y fortalecer este pilar estratégico, EDPR ha establecido 3 objetivos para el período 2019-2022.