Tal y como se recoge en la Política Ambiental, EDPR se compromete a contribuir a la reducción de la pérdida de biodiversidad mediante el fomento de la jerarquía de mitigación y, a largo plazo, a obtener un beneficio neto en términos de biodiversidad.

Como empresa responsable, EDPR integra la biodiversidad en todas las fases de sus actividades: desarrollo de proyectos, construcción, explotación y desmantelamiento. En consecuencia, EDPR ha aplicado las medidas pertinentes para identificar, prevenir, mitigar y/o compensar los impactos de sus operaciones sobre la biodiversidad, entre ellas:

• Evaluación del impacto medioambiental y/o creación de mapas de riesgos: durante la fase de desarrollo de un proyecto, los posibles impactos medioambientales se analizan de forma exhaustiva en los estudios de impacto medioambiental de los proyectos y otros estudios similares específicos, siempre realizados por expertos profesionales externos. En estos estudios se evalúan los posibles efectos de los proyectos en factores como fauna, flora, suelo, aire y medio marino, entre otros, y asegura la ubicación de los proyectos en los mejores sitios, garantizando el respeto al medio ambiente.
• Supervisión de indicadores de biodiversidad: EDPR ha establecido planes de supervisión medioambiental, que se aplican durante la construcción y la explotación. Se intensifican los esfuerzos con procedimientos de seguimiento específicos en el pequeño número de emplazamientos situados dentro o cerca de zonas protegidas.
• Restauración del hábitat: Aunque EDPR trabaja para minimizar cualquier impacto en los terrenos que rodean sus instalaciones, los procesos de construcción y desmantelamiento de los parques eólicos y las plantas solares son seguidos de cerca por los equipos de EDPR, que trabajan para reducir los posibles impactos o molestias y para garantizar la correcta restauración de los terrenos una vez finalizadas las obras, limpiando y rehabilitando los lugares para devolver la zona a su estado inicial.

Además, como empresa sostenible, EDPR siente el deber de participar en el desarrollo de programas de investigación y de conservación, así como de ampliar los conocimientos científicos en materia de biodiversidad mediante el apoyo a las instituciones y la creación de puentes sólidos para el diálogo y la cooperación.